Además de aprovechar sus beneficios mediante su consumo, podemos beneficiarnos de todas las virtudes de la sal del Himalaya en un baño relajante, o bien haciendo un exfoliante para la piel.
¿Has oído hablar de la sal del Himalaya? Si bien es cierto que todos conocemos los efectos negativos de la sal común para nuestra salud, el uso de esta variante se está extendiendo cada vez más debido a sus beneficios. Se la llama ‘el oro blanco’ y se la considera la sal más pura y libre de contaminantes que podamos encontrar en el mercado.
Es originaria de Pakistán y se suele comercializar en forma de ‘cristal rosado’, para que la podamos moler antes de consumirla. ¿Te gustaría conocer todo lo que puede hacer por ti la sal del Himalaya? ¡Te lo explicamos!
Un mineral puro y más natural: la sal del Himalaya
Lo primero que te estarás preguntando es dónde puedes encontrar sal del Himalaya. Es muy posible que no puedas comprarla en tu supermercado habitual, pero la encontrarás en herbolarios o en tiendas naturales.
La sal del Himalaya, la auténtica, proviene de una mina del distrito de Jherum, en Pakistán. Es apreciada desde la antigüedad por su pureza y por su composición a base de minerales como calcio, potasio, magnesio, óxido de sulfuro, hierro, manganeso, flúor, yodo, zinc y cromo. ¡Contiene hasta 84 componentes naturales.
Diferencias entre la sal del Himalaya y la sal de mesa común
La sal que todos tenemos en casa, y cuyo consumo deberíamos regular, está tratada químicamente. Lo que se le hace es depurarla al máximo para convertirla en cloruro sódico, por lo que deja de ser un nutriente.
Con la sal refinada ocurre lo mismo que con el azúcar blanco. Lejos de aportarnos algún beneficio, lo que hace es inflamarnos y alterar la función de muchos de nuestros órganos.
A día de hoy, gran parte de los alimentos que consumimos contienen este tipo de sal, como es el caso de las conservas, los platos precocinados, los congelados, los aperitivos o snacks y los embutidos. Incluso la bollería industrial es rica en sal, ya que potencia aún más el sabor.
Una alternativa a la sal de mesa sería, sin duda, la sal marina. Ahora bien, ¿sabes cuál es el problema básico de la sal marina? A día de hoy, nuestros océanos también contienen muchos tóxicos derivados del petróleo o el vertido de plásticos.
La sal del Himalaya es una alternativa natural, más pura. El problema que tendríamos en este caso es que puede resultar un poco más cara, debido a su selecto origen. No obstante, si dejáramos de tomar la clásica sal de mesa, ganaríamos en salud.
Usos de la sal del Himalaya más allá de la cocina
Por su pureza, la sal del Himalaya se puede utilizar también para aliviar algunos problemas de salud y cutáneos. Vamos a repasar algunos de esos usos.
Los beneficios de un baño con sal del Himalaya
Los baños con sal del Himalaya son muy recomendados para aliviar el dolor del reuma, para tratar problemas cutáneos, para revitalizar la piel y para relajar y renovar la energía.
Gracias a su alto contenido en minerales esenciales, sería adecuado prepararnos un baño caliente y relajante, al menos, una vez al mes. De esta forma, abriríamos los poros para que los componentes de la sal del Himalaya entren en nuestro organismo.
Al ser un mineral tan puro y libre de químicos, obtendremos grandes beneficios. Para ello, basta con llenar tu bañera y dejar caer 200 gramos de sal del Himalaya. Sumérgete en esta agua curativa durante media hora.
Lavados con sal para descongestionar
Si sufres alergias, tienes la nariz taponada o sufres inflamación de garganta, puedes prepararte una solución a base de sal del Himalaya. La cantidad necesaria para ello es de 9 gramos de sal por un litro de agua tibia. Como ves, es fácil y rápida de preparar.
Puedes hacerte un lavado con un pequeño recipiente de plástico o incluso hacer gárgaras, en el caso de la garganta. Verás como al poco tiempo sientes un gran alivio.
Para tratar el acné
Gracias a su acción exfoliante, desintoxicante y sus principios activos tan beneficiosos, la sal del Himalaya es un remedio excelente para reactivar la salud de la piel; sirve para eliminar todo tipo de impurezas. Para ello, deberás hacer lo siguiente:
¿Qué necesito?
- 10 g de sal del Himalaya.
- 15 ml de agua.
- 2 gotitas de aceite esencial de rosa mosqueta, ideal para cicatrizar.
- 1 disco de algodón.
¿Cómo lo preparo?
- Mezcla todos los ingredientes en un recipiente hasta obtener una mezcla homogénea.
- Empapa con el algodón para hacerte una limpieza profunda. Exfolia y permite que tu piel absorba este remedio.
- Deja que actúe 10 minutos y, después, lávate con agua fresca. Hazlo durante 3 días seguidos y verás qué grandes resultados te ofrece.
¿Es adecuado consumir sal del Himalaya?
Nunca debemos pasar por alto que el consumo de sal es perjudicial para nuestra salud. Ahora bien, si tuviéramos que elegir entre la sal de mesa y la sal del Himalaya, es mejor quedarse con esta última.
La sal común contiene solo cloruro sódico; nadie necesita este elemento para vivir. Al contrario, sobrecarga el organismo y nos enferma.
Por su parte, la sal del Himalaya contiene 84 componentes esenciales que son adecuados para nuestro organismo. Es como una especie de ‘mar primario’ capaz de reponer nuestros electrolitos.
En síntesis, se trata de una alternativa natural a la sal común, pero, obviamente, no deja de ser sal y, por ello, un elemento que deberíamos controlar en nuestra dieta. No obstante, si te decides a comprarla, debes asegurarte de que es la auténtica, la que proviene de la mina de Jherum, y no de otro lugar de Pakistán.